La encarnación de Hermione

Cuando Emma Watson, que interpreta el papel de Hermione en la saga de Harry Potter, debutó en el papel, contaba con 10 años. En la actualidad, tiene 19. «No se puede imaginar lo presionada que estuve. Mis padres trataron de convencerme de que no lo hiciera. Fueron tres o cuatro meses de pruebas continuas», comenta. En la actualidad, Emma está decidida a dejar de lado la actuación durante tres años. A partir de septiembre inicia sus estudios de Literatura Inglesa e Historia del Arte en la universidad de una ciudad hasta ahora no revelada. Emma pretende volver a ser, de nuevo, una ciudadana cualquiera, «como Jodie Foster cuando ingresó en la Universidad de Yale», asegura.

Al principio su papel en la saga fue más una carga que un placer. «Cuando era pequeña, no podía entender que otros niños creyeran que yo era Hermione de verdad, una chica realmente repelente. Era algo devastador. Llegué a creer que no conseguiría gustarle nunca a nadie».

Actualmente, Emma se encuentra en plena promoción de la película Harry Potter y el misterio del príncipe (dirigida por David Yates y que se estrena hoy) al mismo tiempo que termina de rodar los últimos detalles de Harry Potter y las reliquias de la muerte I y, además, comienza el rodaje de la segunda parte, la última entrega de la serie.

A Emma ya le han ofrecido una gran cantidad de papeles, la gran mayoría de ellos películas comerciales de pésima calidad. «Eran una clase de papeles de los que no te hacen pensar. Todos los guiones tenían un final feliz y estaban realmente mal escritos, pero ellos tenían la mala suerte de enviárselos a una estudiante de Literatura Inglesa», afirma Emma. Con una fortuna estimada en 11 millones de euros, Emma está en disposición de poder trabajar para quien ella quiera.

Queda lejos cuando Emma Watson consiguió su papel de Hermione en el año 2000. «La noticia apareció en Internet, por todas partes y en tan sólo cinco minutos». La esposa de mi padre me trajo una bolsa con unos cuantos vestidos y todos nos fuimos a hospedar en el Landmark Hotel. Al día siguiente yo ya estaba dando una conferencia de prensa ante 50 periodistas». Emma mueve la cabeza como si aún estuviera tratando de averiguar lo mucho que disfrutó entonces.

En estos días, Emma está tan profundamente inmersa en el doble episodio final de la saga de Harry Potter que a duras penas puede recordar el rodaje de Harry Potter y el misterio del príncipe, que tuvo lugar el año pasado. «Me sumí en un auténtico caos. Pero había leído todos los libros siete veces por lo menos, así que, al final, acababa por acordarme de qué iba». Como ávida lectora, Emma está en estos días a mitad del libro de Carlos Ruiz Zafón El juego del ángel.

El director de Emma Watson en los tres últimas tres películas ha sido David Yeats, de quien ella afirma que ha dado una mayor sutileza y nuevos matices a la figura de Hermione. «David me ha enseñado que la única cosa que realmente importa es la verdad». Emma asegura que ella es mucho más madura emocionalmente que Hermione. «Cuando actúo, tengo que acordarme de la forma en que yo era hace un par de años, porque Hermione jamás había tenido novio, ni nunca la había besado un chico», comenta Emma. Sin embargo, en el libro final Hermione besa, por fin, a Ron.

«El Beso», suspira Emma. «Me temo que voy tener que hablar muchísimo sobre El Beso. Lo rodé hace dos semanas. Cuatro tomas desde un lado y dos tomas más situando la cámara en el punto opuesto. Seis tomas en total».

Al final, Emma ha logrado salir indemne del túnel de Harry Potter, viva y en buen estado. Emma se ha percatado, súbitamente, de tal circunstancia y confiesa que está escribiendo todas estas experiencias. «No me daba cuenta de ello en esos momentos, pero ahora esto está llegando a su fin, y yo estoy tratando de aferrarme a ello. En definitiva, tengo un libro en el que todas las personas que conozco tienen su propia página». Emma Watson hace una pausa. «No quiero olvidar jamás cómo me siento en estos precisos momentos».

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