Helicópteros Apache y Cobra

Los iraquíes respondieron a su ingenuidad con fuego de artillería. Al cierre de esta edición, nadie podía asegurar en manos de quién estaba la ciudad, aunque, más de 24 horas después del inicio de los combates, todo parecía indicar que Jafyi seguía en manos iraquíes. La ofensiva comenzó en la noche del martes, cuando fuerzas acorazadas iraquíes, apoyadas por infantería y artillería, atacaron tres objetivos situados a unos 15 kilómetros de la frontera con Kuwait, en territorio saudí. En uno de ellos, el Ejército de Sadam llevó a cabo dos ataques consecutivos. En la primera «batalla del desierto» se enfrentaron un batallón mecanizado iraquí y un batallón de infantería ligera de la I División de «marines». En este primer choque, 10 carros de combate iraquíes fueron destruidos por los misiles TOW de los «marines». Los norteamericanos perdieron dos vehículos blindados ligeros y lograron hacer cuatro prisioneros entre los iraquíes. El segundo combate se produjo minutos después en los alrededores de Jafyi.

Un batallón acorazado iraquí avanzaba hacia esta población cuando fue atacado por aviones A10 Thunderbolt y helicópteros Apache y Cobra.


En la refriega los iraquíes perdieron cuatro carros de combate y 13 vehículos blindados. En la madrugada de ayer, tanques iraquíes se enfrentaron, también en el sector de Jafyi, con carros e infantería de la Guardia Nacional saudí, pero se retiraron en cuanto aparecieron unidades de «marines».

Durante la mañana, 40 carros de combate del Ejército iraquí lanzaron un contraataque en la misma zona. Diez de los blindados fueron destruidos por las fuerzas aliadas, que hicieron nueve prisioneros. La acción conjunta de la aviación y los «marines» hizo fracasar, según EEUU, los ataques iraquíes. A pesar de los doce muertos, los heridos y los dos desaparecidos que han reconocido los americanos, sus mandos se encontraban eufóricos por las pérdidas infligidas al enemigo -según fuentes británicas podrían haber muerto «cientos de iraquíes». «Nos sentimos bien, realmente bien. Hemos pateado unos cuantos culos», aseguraba el capitán Bill Wainwright, responsable de la coordinación de los ataques aéreos. Sólo en Jafyi, donde el grueso del contrataque aliado está formado por efectivos de la Guardia Nacional saudí, seguían resistiendo unos 100 iraquíes apoyados por cinco tanques. Según los oficiales de las tropas americanas en la zona, la ciudad está completamente rodeada por los aliados. «Los iraquíes están luchando contra los saudíes», explicaba por la tarde el mayor de «marines» Craig Hudlleston. «Y nosotros vamos a matarlos», añadió. 

a fuerza expedicionaria iraquí estaba compuesta por 4.000 soldados, 80 tanques y vehículos acorazados apoyados por artillería. La estrategia aliada consistió en «permitir pasar» a las columnas iraquíes para rodearlas y atacarlas posteriormente. La ofensiva iraquí, calificada de «irrisoria» por el general Schwarzkopf, podría ser la respuesta al ataque que lanzó ayer un batallón de la I División de «marines» contra posiciones enemigas a un kilómetro de la frontera. El coronel Cliff Myers, de la I División, aseguró que se habían destruido varios puestos de observación y un complejo de bunkers. Simultáneamente, aviones antitanque A10 y aviones Harrier atacaban un convoy en tránsito destruyendo 24 vehículos acorazados, entre los que se cuentan carros de combate, vehículos blindados de transporte de tropas y camiones con alimentos.

El coronel Ron Richard, de la II División de «marines», aseguró que se trataba de la «destrucción confirmada más grande de vehículos acorazados y del primer gran combate terrestre que se ha cobrado numerosas muertes del enemigo». Fuentes militares aseguraron que los iraquíes han demostrado, en su primer ataque, «no tener ni idea» de donde están las posiciones aliadas. Tras la incursión en territorio saudí, el comando general de las fuerzas saudíes, en su comunicado número 31, afirmaba haber dado una lección al agresor: «Nuestras fuerzas se han movilizado para dar una lección al agresor y lanzar un asalto con la bandera ondeante, en la que está escrito "Dios es el más grande"». No obstante, Irak aseguró, a pesar de que los combates sugieren más bien lo contrario, que sus tropas consiguieron una «asombrosa victoria» en la ofensiva efectuada para «liberar el reino del mal saudí». El presidente iraquí, Sadam Husein, autorizó este plan durante una reunión con sus principales colaboradores el pasado día 26, informó ayer la agencia INA. Un día después, el presidente de Irak visitó la provincia de Basora «y dio las instrucciones necesarias a los mandos militares para lanzar la ofensiva por tierra».

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